Para hacer este juego de cartas necesitas una mínima preparación, el juego es totalmente automático tan solo debes seguir los pasos que aquí te explico y el truco sale por si solo. Cogemos una pastilla de jabón y con una de sus esquinas dibujamos en la base de un plato el valor de una carta cualquiera, que será la que demos a forzar a nuestro espectador 👍, por ejemplo supongamos que dibujas el 7 de corazones (7🤎). A continuación cubrimos el plato con un poco de arena fina para que esta se impregne bien en el jabón que acabamos de escribir sobre el plato.
El truco de cartas radica en que la carta que elige el espectador es forzada, puedes usar tu método favorito de forzaje pero sino sabes ninguno tranquilo aquí te enseño uno súper fácil de hacer. Lo primero de todo debes coger tu baraja y poner la carta a forzar en posición TOP, es decir, encima de la baraja con los dorsos boca arriba, una vez la tengas ahí ya estas preparado para forzar la carta al espectador.
¿Cómo forzar una carta?
Muy fácil, vamos a usar la técnica de forzaje por doble volteo 👉 le pedimos a nuestro espectador que corte un montoncito de cartas mas o menos 1/4 parte de la baraja unas 13 o 17 cartas y que las de media vuelta (volteándolas) dejándolas de nuevo encima del mazo de cartas.
Le pedimos que lo vuelva hacer, cortar y voltear, pero esta vez le pedimos que corte mas o menos por la mitad de la baraja, es MUY IMPORTANTE que coja más cartas de las que cogió antes porque sino el forzaje no funciona. Por eso con la excusa tan natural que corte por la mitad de la baraja nos aseguramos que va a coger más cartas que antes.
Ahora tan solo nos queda ir pasando las cartas hasta encontrarnos con la primera que se encuentra de dorso, que será justo la que has preparado al principio del juego y el espectador pensará que ha sido elegida al azar. Un forzaje simple, sencillo y efectivo para tu repertorio mágico 😃.
El efecto final del juego será pedir a nuestro espectador que nombre en alto por primera vez la carta elegida, agitamos suavemente el plato sobre la mesa y todos podrán ver con sorpresa que el valor reflejado en el plato es el mismo que la carta escogida muy «libremente» por el espectador.
